Primer equipo
Biografía
- Primer equipo 2000
Con dieciséis años empecé la temporada jugando en División de Honor de Juveniles y la concluí jugando con el primer equipo en Segunda división. Esta temporada fue impresionante, pero tal como empezó nadie podría imaginar lo bien que terminaría. Como consecuencia de una rotura en la rodilla izquierda y, después de una operación, comencé a jugar en diciembre.
2001
Las cosas empezaron a mejorar en febrero cuando ganamos con la selección sub-16 el Torneo Algarve. Tenía unas ganas terribles de jugar el Europeo sub-16 que se disputaba en Inglaterra en mayo, pero no lo tenía fácil. La lesión no me había permitido participar en la fase de clasificación. No obstante, Juan Santiesteban y Armando Ufarte me dieron la oportunidad.
Nada más cumplir los diecisiete años ganamos con la selección sub-16 el Europeo. Logré el título de máximo goleador y resulté elegido mejor jugador del campeonato. Lo que me había pasado en cadete se repetía en juveniles. Este éxito me empezó a cambiar la vida. Cuando llegué a Madrid la gente me paraba por la calle. Me impresionó porque jamás me había sucedido algo así.
Al concluir este torneo jugué un partido con la sub-18 y disputé la Final de la Copa de Campeones de Juveniles. Pocos días después Futre me llamó por teléfono. Me contó que me incorporaba a entrenar con el primer equipo, que iba a hacer la pretemporada con ellos y que era conveniente que fuera integrándome en el grupo. Esto sucedió un martes, el miércoles fui a entrenar, el sábado fui convocado y el domingo debuté en el Calderón contra el Leganés. Era el 27 de mayo de 2001.
Pocos días después viví el contraste de este Club: marqué mi primer gol en Albacete y sufrí mi primera gran decepción como profesional. Aquel partido de Getafe en el que el ‘gol average’ nos privó del ascenso a Primera división.
Este año conocí el éxito y el fracaso, mientras que individualmente había sido una temporada magnífica, colectivamente no cumplimos con nuestro objetivo. La decepción fue tremenda. Llevaba un mes con el primer equipo y había vivido circunstancias que no siempre se tiene la oportunidad de sentir en la vida de un deportista.
En noviembre disputé el Mundial sub-17 en Trinidad y Tobago. El resultado no fue nada bueno. Sin embargo, la experiencia me ayudó a crecer como profesional. La temporada la inicié en Segunda división con el primer equipo.
2002
Este año conseguimos el ascenso varias jornadas antes de concluir la Liga y a pesar de no haber cuajado una gran temporada, estaba muy contento porque cumplimos el objetivo. Dos años antes, el Club había adquirido una deuda con la afición y ese año la saldamos devolviendo al equipo al lugar de dónde nunca debimos haber salido, la Primera división.
En julio, con dieciocho años, disputé con la selección sub-19 el Europeo celebrado en Noruega. Llegamos con muchas expectativas, teníamos un buen equipo aunque al principio se nos complicó tras empatar con la República Checa. Se arregló ganando a Noruega y a Eslovaquia, practicando un gran fútbol. En la final le ganamos a Alemania, tuve el acierto y la suerte de marcar el gol de la victoria en un partido espléndido de ambas selecciones. Otra vez fuimos campeones y nuevamente fui el máximo goleador y por segunda vez consecutiva elegido mejor jugador del torneo.
Después de un año en Segunda donde las cosas no me habían salido como esperaba, la afición estaba expectante por ver como podía rendir en Primera División. Fue una buena temporada, marqué trece goles y jugué a un buen nivel todo el año, especialmente los encuentros contra el Barcelona y el Deportivo en el Vicente Calderón. Estos dos partidos marcaron de alguna forma mi carrera como futbolista porque sentí que la afición comenzó a creer en mi juego y en mí.
2003
En Primera, el fútbol es más técnico, hay más espacios y eso favorece el juego y el espectáculo. En Segunda es al contrario, el fútbol es más táctico y los rivales más fuertes. Este año también debuto en la selección sub-21, un paso más para llegar a cumplir uno de mis sueños: la Absoluta.
Me considero una persona accesible. Opino que firmar autógrafos tras un entrenamiento es casi un deber, una obligación moral, porque soy consciente del entusiasmo y la ilusión con que la afición me trata, del respeto y el cariño que me tienen. No hace mucho yo estaba en su lugar. Ser importante para la afición es un orgullo y una satisfacción. Lo que no llevo bien es perder la intimidad, el hecho de no poder disfrutar con mis amigos en un sitio público como uno más, que en definitiva es lo que soy.
2004
Mi segunda temporada en Primera fue aún mejor que la anterior. Con diecinueve años debuté con la Selección Absoluta y con veinte jugué la Eurocopa, además marqué 20 goles, una buena cifra. Sin embargo, me llevé dos grandes decepciones. La primera, con el Atlético de Madrid. Después de estar gran parte de la temporada en puestos de UEFA, en la última jornada nos quedamos fuera de Europa. La segunda decepción a vivimos en la Eurocopa.
Aún no me explico cómo no ganamos a Portugal. Fue un desastre para todos. Personalmente me afecto mucho, muchísimo. Estábamos ante nuestra gran oportunidad. Aún hoy no comprendo cómo se nos pudo escapar.
2005
Las cosas en la temporada 2004-05 no fueron todo lo bien que esperábamos en el Atlético. A pesar de que jugué todos los partidos de Liga y marqué 16 goles no fue suficiente para entrar en competición europea. Incluso, en Copa del Rey caímos en semifinales ante el Osasuna. Toda la ilusión de conseguir un título para el Atlético se vino abajo y la decepción fue enorme.
La nota positiva del año fue la clasificación de la Selección para el Mundial de Alemania. Aunque pasamos algunas dificultades, tuvimos que jugarnos la repesca con Eslovaquia y cumplimos el objetivo de obtener la clasificación.
2006
El Atleti realizó una apuesta segura para la temporada 05/06. El club contrató a un técnico de primera línea. Carlos Bianchi lo ganó todo con Vélez y Boca, pero con nosotros no tuvo suerte. La verdad, ni él se adaptó a la plantilla, ni los jugadores nos adaptamos a él. Por eso, los primeros meses de temporada no fueron nada buenos. La Liga se puso demasiado cuesta arriba. La llegada de Pepe Murcia actuó como bálsamo y remontamos el vuelo hasta ganar seis partidos consecutivos. La dinámica anterior era peligrosa y el nuevo mister nos dio la moral suficiente como para enderezar el rumbo. Lamentablemente, no mantuvimos esa regularidad adquirida y no pudimos alcanzar la ansiada plaza europea.
La cara dulce de la temporada la viví con la Selección absoluta en el Mundial de Alemania. Representar a mi país en el campeonato más grande del mundo y jugar contra los mejores jugadores del mundo fue para mí un sueño hecho realidad. Había sufrido por televisión la eliminación en Francia’98 y en Corea y Japón’02, pero por primera vez podía aportar mi ayuda para tratar de cambiar la historia. La motivación del grupo era extraordinaria y todos nos mentalizamos de que sí, de que éste podía ser el Mundial de España.
Superamos con nota la primera fase. A nivel colectivo, el equipo destacó con buen juego y goles, mientras que en el plano individual, el seleccionador me dio su confianza y marqué tres goles. Incluso, llegué a liderar la clasificación de máximos goleadores después de la segunda jornada del campeonato. En octavos de final, tocó enfrentarse a una de las grandes, Francia. Jugamos el peor partido del torneo y tuvimos que hacer las maletas. La experiencia de un rival veterano pesó más que la calidad y el coraje de nuestra selección. Sin embargo, entiendo que en Alemania se forjó el germen de un equipo joven y con calidad que seguro en el futuro dará muchas alegrías a la afición.
La actuación en el Mundial hizo saltar mil rumores sobre mi futuro. El verano, como siempre, estuvo salpicado de las ‘ofertas’ que iba desechando. Sinceramente, varios equipos se interesaron formalmente por mí, pero a todos les dijimos que no me movía del Atleti. Para demostrar mi fidelidad y mi lealtad a mis colores de toda mi vida, decidí aceptar la propuesta de la entidad para ampliar mi contrato por una temporada más, hasta junio de 2009.
En la temporada 06/07 ocupamos posiciones europeas desde el comienzo del campeonato liguero. Mi deseo es alcanzar, por fin, un puesto en Europa para jugar en Europa la próxima campaña. Otro sueño se me volvió a escapar: no disputar una final de Copa del Rey.
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